Las “Gemínidas” son una lluvia de meteoros de actividad alta (120 meteoros/hora). Tiene lugar cada año entre el 7 y el 17 de Diciembre. Las Gemínidas tienen una gran intensidad, siendo de las más visibles de todo el calendario de lluvia de estrellas.
Este año 2018 estará alcanzando el máximo de intensidad durante de las noches del 13 y 14 de diciembre, y será visible en todo el planeta (donde lo permita el cielo, claro).
Cuando un objeto astronómico (más comúnmente un cometa), se adentra en el interior del Sistema Solar, la interacción con el viento solar hace que su superficie se active. Los gases y materiales de la superficie del cometa salen despedidos al espacio, y pasan a orbitar al Sol en órbitas muy similares a las de su cometa de origen. Así se forma una corriente o anillo de partículas, denominado técnicamente enjambre de meteoros. La órbita terrestre cruza algunos enjambres de cometas de periodo corto, produciendo lluvias de meteoros anuales, como las Leónidas o las Perseidas. Cuando la actividad de una lluvia de meteoros sobrepasa los 1000 meteoros por hora, se la denomina tormenta de meteoros. (fuente Wikipedia).
La respuesta rápida es sí, pero es un poco más complicado que eso. Todo depende de la composición del meteorito. Hay básicamente 3 tipos de meteoritos: meteoritos de piedra, meteoritos de hierro, y meteoritos de piedra y hierro.
La composición de un meteorito varía desde casi solo sílice (piedra) hasta casi solo níquel-hierro. La buena noticia es que todos los meteoritos contienen algo de metal y pueden detectarse, algunos muy fácilmente y otros con mayor dificultad.
Los meteoritos contienen hierro, así que al buscar ten en cuenta las rocas con una superficie lisa y de color marrón rojizo, las cuales indicarían la presencia de óxido.
Los meteoritos también son mucho más pesados debido al contenido de metal en ellas. Otro punto es que casi todos los meteoritos son magnéticos.
Busca rocas que estén fuera de lugar o que parezcan extrañas. Otro indicador muy importante son las ”huellas digitales”, que son solo hendiduras y depresiones en la roca.
Estas huellas digitales se crean a medida que el material menos denso en el meteorito se quema cuando entra en la atmósfera terrestre. Para estar absolutamente seguro acerca del hallazgo, puede probar el nivel de níquel en la roca, ya que los meteoritos tienen un contenido de este elemento muy alto. Se puede utilizar una simple prueba de alergia al níquel para detectar su presencia en la misma.
Los desiertos son uno de los mejores lugares para buscar meteoritos, ya que estos no se meteorizan y erosionan tan rápido y no hay cobertura del suelo o vegetación, lo que hace mucho más fácil encontrarlos.
Aparte del hecho de que son tesoros cósmicos y que han viajado miles de millones de kilómetros para llegar a la Tierra, sostener uno es mirar hacia el principio de los tiempos.
Los meteoritos son más raros que el oro y, a menudo, más valiosos por peso. Algunos meteoritos son aún más valiosos que los diamantes.
Por esto, no es de extrañar que la caza de meteoritos sea tan popular en estos días con detectores de metales.