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Ser fotógrafo + fotos seleccionadas de grandes fotografos

Ser fotógrafo + fotos seleccionadas de grandes fotografos
Autor: Maia

Tabla de contenido

  1. Lee Miller
  2. Andre Kertesz
  3. Helmut Newton
  4. Greg Ponthus
  5. Robert Mapplethorpe
  6. Peter Witkin
  7. Oleg Dou
  8. James Nachtwey
  9. Martin Parr
  10. José Aguirre
  11. Mario López

Cada recoveco, cada objeto, edificio, retazo de piel, cada saber, cada instante, todo es captado deteniéndose en un detalle que, a la vista de alguien tal vez apresurado o desatento, no podría ser relevante. Es ahí donde aparece la mirada de un fotógrafo, detenido en el detalle de lo inusual o la cotidianeidad que se vuelve fantástica, sorprendente, llamativa y excepcional.

Ser fotógrafo es la capacidad de desarrollar una determinada sensibilidad al mundo entero, lo cual no implica simplemente “gatillar en automático”, es saber mirar, es ponerle vida a todo aquello que aparece como desvinculado del ojo común, a todo lo que parece muerto o dejado de lado, es atender aquellos rasgos que caracterizan a quien los posea, hacer brillar todo aquello que aparece como opacado, es ponerle magia a lo que creemos ya estaba gastado.

Como muchas veces sucede, la fotografía para algunos es una actividad de recreación, de pasatiempo, o diversión, más aún con la tecnología avanzada de hoy dia y la incontable cantidad de oferta de nuevos modelos en el mercado. Es más accesible para todos, lo cual cuenta con sus beneficios claro, a todos nos gusta cada tanto tomar unas fotos y editarlas, subirlas y compartirlas, y está muy bien que así sea.

La fotografía es algo maravilloso que hoy se ve como moneda corriente, pero cuando se convierte en una labor de objetivo puramente de salida economica rapida, las imágenes que vemos de ese acto muchas veces se convierten en una monotonía y en algo que, evidentemente, no se está llevando a cabo con dedicación de artista como verdaderamente debería ser esta labor.

Pues así fueron sus comienzos, y así se convirtió con el pasar de los años en la forma de expresión artística más reconocida mundialmente junto al cine, la pintura, la escultura y la actuación.

Este tipo de trabajo realizado tiene también muy buenos resultados, siendo profesionales que cobran muy bien su trabajo por haberlo hecho con total dedicación y estudio, por amar lo que hacen y eso se nota, plasmado en cada imagen, un largo recorrido, un camino de búsqueda y esfuerzo.

Pero también están los trabajos del tipo repetitivos tales como eventos como casamientos, fiestas de cumpleaños de 15, bautismos y demás, y claro que no está mal que así sea. No es nuestra intención hacer hincapié en que es o no lo correcto sino en recordar la impronta de esta carrera, de este trabajo tan maravilloso y en la que sería un desperdicio se pierda el espíritu artístico que conlleva. Es un trabajo, una labor que va mucho más allá de lo clásico, de la ganancia de lo aceptable y comercial.

Hablamos de “clásico” respecto de estos eventos nombrados anteriormente como ejemplos de la repeticion de patron de comportamiento de los modelos en escena, vemos a la clásica novia parada en medio de un escenario con su amplio vestido blanco, mirada melancólica o sonrisa dulce, o tal vez parada junto a su prometido, mirando hacia un río o mar, lanzando flores, y ese estilo de cosas.

Claro que la naturaleza suma muchos puntos en estas fotografías por las sensaciones que inspiran y generan al verlas, pero no sería ese un problema sino el orden de los objetos, como se disponen, como arman un escenario. Tenemos también el momento del “si, quiero”, el momento del anillo, los niños llevando las canastas. Luego tenemos a la niña de 15 años en situaciones o ambientes más o menos similares, y las fotos de bebés bautizados en la iglesia.

Alguien podría objetar que no hay forma de escapar de ellos ya que todos estos eventos transcurren en determinados lugares, generando determinadas situaciones y deben transmitir tranquilidad, delicadeza, felicidad y demas, pero no existen unas dos o tres formas de representar estas cosas, sino interminables cuando se dispone de creatividad, ingenio y originalidad.

La tarea de un fotógrafo radica en trabajar específicamente bien con muchas cuestiones: luz, técnicas, color, tecnología, simetría, etc, pero ante todo se debe contar con una perspectiva enteramente dinámica, abierta, diferenciada del ojo común y por supuesto y ante todo creativa.

No se nace con la creatividad ni con una mirada amplia, diversa y original. La misma se trabaja, se desarrolla cuando se quiere ir más allá, se practica incansablemente bajo esa pasión que se siente por captar fragmentos del mundo y de la vida. Se requiere, como dijimos anteriormente, de una sensibilidad y atención diferenciados particulares del mundo “corriente”, de la rutina de cada día, digamos, esa rutina que alguien podría ver y vivir con aburrimiento, desgano, y costumbre para hacer que se vuelva increíble y sorprendente.

Con la fotografía se pueden decir cosas que escapan a las palabras, se puede hablar de lo que no está presente, de lo que no existe, de lo que cada uno crea en su propia mente.

Pero, ¿De qué hablamos cuando decimos imágenes “sorprendentes'' o “increíbles”? ¿Es algo tan inmensamente perfecto y original? No, no hablamos de eso, no se intenta hablar aquí de una competencia profesional, o de lo más llamativo del mercado, ni como un negocio, sino de que un fotógrafo que ama esta profesión puede plasmar su mirada particular al realizar su tarea, dándole a cada imagen un estilo propio que lo caracteriza y distingue, y que aunque muchas veces no lo note, este hablando también de él mismo, de su percepción de las cosas, de su historia de vida, y de cómo siente el mundo.

Todos nos vemos tocados por determinados artistas y estilos y eso sucede gracias a la gran diversidad de personalidades y percepciones que existen en este mundo, nos identificamos con unos y no con otros, gustamos a unos y no a todos y así sucede a la inversa.

La fotografía es una de las formas artísticas más hermosas para hablar mediante imágenes, para transmitir sensaciones, emociones, para generar controversia, inquietudes, para incomodar, para quejarnos, y manifestarnos de todo aquello que no está bueno ni bien y que nos destruye como humanos, como sociedad. La fotografía es una forma de revolucionar, no todo es un lecho de rosas.

A continuación vamos a conmemorar a grandes fotógrafos de la historia y de la actualidad, con algunos de sus increíbles trabajos que podrían inspirarte en esta tarea si buscas ser un gran fotógrafo o buscas superarte cada día.

Lee Miller

Fotógrafa estadounidense, 1907-1977

Hombre abrazando a mujer semidesnuda / Mujeres con antifaz

Andre Kertesz

Fotógrafo hungaro, 1894-1985

Vista ciudad a través de una ventana con vidrio roto

Imagen mujer desnuda desfigurada / Mujer inválida caminando en la calle

Helmut Newton

Fotógrafo australiano, 1920-2004

Hombre sentado de piernas cruzadas / Hombre intentando besar a una mujer

Greg Ponthus

Fotógrafo francés

Hombre sumerjido en leche

Robert Mapplethorpe

Fotógrafo estadounidense, 1946-1989

Hombre sentado de espalda descubierta / Hombre acostado en banco

Peter Witkin

Fotógrafo estadounidense

Pareja de viejos besándose / Mujer semidesnuda

Oleg Dou

Fotógrafo ruso

Chicos albinos con los ojos rojos

James Nachtwey

Fotógrafo estadounidense

Nene junto a soldado armado / Soldado junto a mujer

Hambruna: hombres desnudos en ducha

Martin Parr

Fotógrafo britanico

Mujer vieja con perro en brazos / Hombre de color tirado en la playa

Hombre gordo bebiendo de la botella en playa, mientras pareja de casados lo observa

José Aguirre

Fotógrafo argentino

Mujer junto a hombre acostado tipo momia

Mario López

Fotógrafo argentino

Mujer de rulos y con anteojos con bandeja de comida rápida

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